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Las seudo-ciencias herméticas, efectos de una época oscurantista (página 2)




Enviado por CARLOS HURTADO



Partes: 1, 2, 3, 4

Y, por último, el cuarto capítulo se
enfoca en aspectos más profundos que llevan a precisar el
por qué de las diversas manifestaciones religiosas del ser
humano en la historia, de manera especial
en la medievalidad y en la actualidad, es decir, por qué
el hombre
medieval recurrió a prácticas totalmente opuestas a
las dadas por las tres grandes religiones que
empezaron a imperar a partir del segundo milenio en occidente, el
Judaísmo, el Islamismo y el Cristianismo;
pero que igual convergen en esa búsqueda ansiosa de
poder conocer
aquel ser denominado trascendente. Es necesario recurrir a los
albores del hombre sobre
la faz terrestre, puesto que el hecho religioso ha sido un
aspecto inherente, desde que el homo-habilis tiene
conciencia de ser
lo que es. A través del devenir histórico los
métodos
para llegar a vivenciar aquello han variado en la misma manera
que ha cambiado el pensamiento en
muchos sentidos. Luego, en la contemporaneidad, y después
de haber pasado por un periodo antropocéntrico netamente
racional, se empieza a dar un despertar del hecho religioso y
aparece en el medio la postmodernidad
como un efecto de la relatividad en todos los valores y
con ella la new age, un movimiento
sincretista que busca, después de las duras experiencias
que el hombre ha tenido de dos guerras
mundiales en un siglo, unificar el pensamiento a través de
un único estilo de
vida, donde el protagonista sea el ser individual, teniendo
en cuenta la divinidad que en el habita. Es un volver a Dios,
pero no estructuralizado, ni comprimido en instituciones,
es la libertad
absoluta pero a la vez relativa; es recurrir a los medios
orientales, llenos de esoterismo, ocultismo y de magia para
llegar a una autorrealización, es la era del todo vale, se
es admitido absolutamente todo y cuanto aparece en la escena del
pensamiento no es mas que un evento, efímero, pasajero y
sin contenido, se ha caído en un pensamiento
débil.

La expresión Edad Media en
la historia de la
Filosofía, comprende un periodo de casi diez siglos.
Los límites
exactos del inicio y fin de la misma no son tan precisos, pero
muchos autores han catalogado algunos acontecimientos de la
época como punto de partida[1]

Del siglo V al VII se destacan ciertos sucesos en la
historia de la humanidad, entre ellos, el golpe militar de
Odoacro en el 476, derrocando al último Emperador de
occidente, Rómulo Augustulo; la clausura de la Academia de
Atenas, ordenada por Justiniano en el 529, la ejecución de
Severino Boecio, ordenada por Teodorico en el 524, la muerte de
Flavio Aurelio Casiodoro en el 570, la muerte de
Teodosio en el 395, momento en que el Imperio de Oriente y
Occidente se separan definitivamente, Oriente empieza una
profunda crisis, tanto
que en el 410 Roma fue tomada
por Alarico, mientras los bárbaros establecen sus reinos por
doquier y la ocupación por visigodos, vándalos,
suevos, francos, burgundios, ostrogodos, bretones y anglosajones
del territorio que había constituido el Imperio Romano de
Occidente, ocupación que se consolidó hacia el
526[2]

Ahora y sin decir que la filosofía Medieval se desarrolló
exclusivamente en el Imperio Romano, se conocerán algunos
apartes acerca del inicio, desarrollo y
fin del mismo:

La tesis de la
política
de Augusto, titulada así por el Senado, fue la
restauración. Restableció la paz en Roma y el
Imperio. La restauración de Augusto proporcionó un
entorno favorable para el más alto desarrollo de la
literatura
latina. Aunque la cultura griega
mantuvo una influencia poderosa en toda la civilización
romana, Augusto y sus lugartenientes estimularon y patrocinaron a
un grupo de
escritores y poetas cuya cultura
literaria tenía sus raíces en el último
período republicano. Desde el año 14, cuando
murió Augusto, el gobierno imperial
continuó su crecimiento. Durante los dos primeros siglos
del imperio romano, Roma fue una ciudad con fantásticas
riquezas, grandes edificios públicos y palacios privados,
propiedades de las familias de la nobleza. Roma absorbió
la cultura artística e intelectual de todas partes, impuso
estilos y los probó en todo el imperio. Las aristocracias
locales constituyeron una gran clase educada.
El este griego fue lingüística y culturalmente diferente
del oeste latino, pero estas diferencias se redujeron producto de
la
educación. Hacia el siglo IV, muchos traductores,
realizaron esta labor del cuerpo documental de la
filosofía, la ciencia y
la teología griega. La educación de las
clases gobernantes era greco-romana. En la literatura y el
arte, el siglo
II fue la era de plata. En las leyes y la
administración fue la Era de Oro. Sin
embargo, hacia el siglo III, una crisis económica,
política y militar debilitó considerablemente el
poder del Imperio. La restauración del orden se produjo a
principios del
siglo IV[3]

Hacia el año 330 con el emperador Constantino se
crea una nueva ciudad teniendo como base una antigua colonia
ateniense en Bizancio, ciudad que más tarde pasará
a llamarse Constantinopla y a la vez ésta es la capital del
Imperio al este. Cerca al año 425, el Imperio en el oeste
empieza a decaer bajo la presión de
los bárbaros, no sin antes dejar abundantes escritos
acerca de filosofía, teología e historia. El
Imperio del Este prosiguió con su cometido,
fortaleciéndose hasta 1453, fecha en que cae
Constantinopla dando fin al Imperio
Romano[4]

La cristianización del Imperio se convierte en
otro evento de gran magnitud y cambia radicalmente los horizontes
económicos, políticos, religiosos y
filosóficos del ambiente. Sin
duda, el cristianismo como religión del Imperio
se presenta de manera antagónica a las estructuras
políticas y los valores de la
sociedad
romana, pero en el año 313, el emperador Constantino
publicó el edicto de tolerancia del
cristianismo, conocido como Edicto de Milán y ya durante
los siglos V y VI, la Iglesia
empieza a desarrollarse como institución. Con uno de los
primeros Papas León I, se empieza a organizar la doctrina
de la Iglesia[5]

Ahora, de acuerdo con las diversas hipótesis que surgen en torno al tema, se
afirma que la Edad Media comenzó cuando se agotaron esos
rebrotes del espíritu romano en el contexto
germánico y a la vez se inauguró una
filosofía original y nueva, hecho dado en Francia con
ocasión del Renacimiento
Carolingio, dirigido por Carlo Magno, el objetivo de
este imperio es reformar los estudios en el ámbito
eclesial, pero también laical. Los maestros que se ponen
al frente de esta magna empresa son
monjes benedictinos. Ahora, en cuanto a la finalización
del periodo, también existen numerosos eventos que
indican la clausura de un pensamiento, de un trasegar, de un
arquetipo religioso, político, económico y social;
entre los más destacables se encuentran, la caída
de Constantinopla en 1453 y, con ella, el ocaso del Imperio
Romano en Oriente, el descubrimiento de un nuevo continente,
América
en 1492; el inicio de la época colonial produce una
ampliación del horizonte en el ámbito
geográfico, económico, político e
intelectual, la Reforma Protestante en cabeza del Martin Lutero,
en el siglo XVI es una clara manifestación de la
división, la invención de la imprenta en
1443 es otro evento que revoluciona el pensamiento del hombre
medieval, incluso se llega a pensar, según la Iglesia
Católica, que este periodo va hasta el V Concilio de
Letrán, 1512-1517. Estos acontecimientos en conjunto
delimitan la Edad Media y son puntos de partida para un análisis de la filosofía producida
en esta época[6]

Debido a la ambigüedad dada en torno a la
época, se tiende a estigmatizarla hasta el punto de
designarla como tiempo
intermedio, simple relleno, aclarando que ésta no es ni la
antigüedad ni los tiempos modernos[7]pero en
realidad "es un periodo de mil años de agitación,
de creaciones políticas, literarias, artísticas, en
los cuales Europa no
cesó de cambiar de forma y de
espíritu…"[8].

Lógicamente mientras se cursaba en la
época no se hacía referencia al periodo como Edad
Media, este término fue conocido en el siglo XV. El
calificativo de "media tempestas" fue empleado por vez
primera en 1469 por Juan Andrea de Bussi, obispo de
Alería. Su uso se generalizó, con connotaciones
más o menos peyorativas, a lo largo del siglo XVI y fue
aceptado incondicionalmente por muchos historiadores hasta bien
entrado el siglo XIX. Designaba, por lo general, un
período intermedio, oscuro e inculto, que separaría
el humanismo
antiguo o clásico del humanismo moderno, y que
habría supuesto el triunfo del estilo gótico, o
sea, del modo de vida bárbaro[9]

En consecuencia, la
Ilustración tuvo una concepción muy negativa de
la filosofía medieval, es decir, de la filosofía de
esos siglos medios. Muchos autores de esta corriente y entre
ellos George Wilhelm Friedrich Hegel, por
ejemplo, en la Introducción a sus Lecciones sobre la
Historia de la Filosofía, pronunciadas por última
vez en 1831, estimaba que "sólo cabe distinguir, en rigor,
dos épocas de la historia de la filosofía: la
filosofía griega y la filosofía germánica.
[…] El mundo griego desarrolló el pensamiento hasta
llegar a la idea; el mundo cristiano-germánico, por el
contrario, concibe el pensamiento como
espíritu"[10].

Al llegar los siglos XIX y XX, algunos historiadores de
tinte racionalista (Victor Cousin, Jean-Barthélemy
Hauréau, François Picavet, Léon Gauthier y
Émile Bréhier) rescatan los valores propios de la
Edad Media y parten de dos supuestos: uno positivo y uno negativo
en torno a la Iglesia como institución de poder. Al
referirse al negativo hacen alusión a la parálisis
de la producción filosófica al haber
asociado el pensamiento humano a una verdad heterónoma de
origen divino relegando al hombre la posibilidad de resolver sus
propios problemas por
vías racionales y, en el ámbito positivo, se
refieren a la aparición de la especulación
religiosa o ciencia
teológica, aunque no sea un aporte filosófico. Ante
este panorama salen a defender otras posturas pensadores
católicos, como Albert Stöckl, Joseph Kleutgen,
Salvatore Talamo y, más tarde, Franz Ehrle, Clemens
Baeumker, Pierre Mandonnet, Maurice de Wulf y Martin Grabmann,
quienes consideraban que en la Edad Media sí hubo
producción de Filosofía, rescatando a Alberto
Magno, Buenaventura, Tomás de Aquino, Juan Duns Escoto y
tantos otros, como verdaderos filósofos, sólo que aquellos lo
fueron como filósofos
cristianos[11]

La Filosofía cultivada en la Edad Media, fue en
gran parte elaborada por cristianos y utilizada en función de
la explicación racional del dogma. Aunque hubo en el siglo
VIII una Filosofía producida por los musulmanes y
otra llevada a cabo por los judíos
que, en cierta manera, ocasionaron un poco de discordia con el
quehacer filosófico cristiano. La tarea filosófica
cristiana va unida íntimamente con la teología, por
ello surgen varias cuestiones en torno a este pensamiento
¿es una filosofía en el sentido pleno de la palabra
o sea una explicación racional, nueva y original de Dios,
del hombre y del mundo? ¿O es una filosofía
adjetiva, es decir, sólo una filosofía hecha por
cristianos, pero apenas distinguible por sus puntos de partida,
temática y soluciones, de
la filosofía griega y helenística? Para dar luces a
una posible solución a los interrogantes anteriores, en
1927 se suscita un debate en
torno al tema en cuestión resultando diversas posiciones,
entre ellas, las de los historiadores Brehier y Brunschvicg, que
sostenían la no existencia de una auténtica
filosofía cristiana y Maritain y Gilson se apoyaban en la
tesis contraria. Según Copleston, autor dedicado a
rescatar el espíritu de la Edad Media, es necesario
advertir en primer lugar que la relación entre
filosofía y teología constituyen en sí
mismas un tema importante para el pensamiento medieval, probando
de esta manera que los autores eran conocedores de ambas ciencias por
separado. En segundo lugar, Santo Tomás, sabiendo que por
revelación tenía qué aceptar la tesis ab
initio temporis
del mundo, y él afirma que lo
creía, pero filosóficamente no era posible
demostrarlo aun así no logró explicar la contrario,
la creación eterna del mundo[12]

Es innegable entonces que en la Edad Media no hubiese
sólo teología, sino también
filosofía, ésta tuvo unas particularidades,
cultivada por hombres creyentes, teniendo en cuenta los problemas
que planteaba la explicación racional de la doctrina, al
menos en los primeros tres siglos del renacer cristiano
convivieron armónicamente, esta filosofía es
conocida como, "filosofía cristiana". No sólo se
basó en la fe, también retomó nuevos
problemas netamente racionales y sus respectivas soluciones, un
ejemplo es la noción revelada de la creación, sobre
la que se construyó toda la filosofía de lo
necesario y lo contingente, la especulación sobre la
oposición metafísica
entre el ser y la nada y las nociones de eternidad, eviternidad y
tiempo, todo lo anterior tratado por la filosofía
clásica de manera insatisfactoria, por no tener conocimiento
de la revelación. Es claro entonces que a pesar de las
múltiples diferencias que se pueden detentar en los
autores de la Edad Media, existe una unidad temática y
metodológica que converge en un punto de partida y de
llegada, la Revelación[13]

Si bien, la edad medieval no fue una época
oscurantista tampoco es considerada como el periodo de oro de la
humanidad, aunque haya estado
impregnado por el ámbito religioso, donde se predicaban
virtudes como la templanza, la obediencia, el amor y la
humildad era evidente en muchos estamentos de la sociedad la
falta de acatamiento, pues los excesos dejan al descubierto la
debilidad de la naturaleza
humana. La Edad Media es un largo periodo y como otra etapa
de la humanidad posee sus falencias y sus fortalezas, llenas de
cosas estériles y fecundas. En el ámbito cultural
aparece el arte gótico, reflejado en las colosales
construcciones de Catedrales e
Iglesias[14]

Todas las épocas de la humanidad llevan un hilo
conductor. Para enfocar la
investigación en la Edad Media se recurrirá a
aspectos influyentes transmitidos desde el final de la Edad
Antigua y que en un principio se convierten en puntos claves para
percibir el cambio
epocal.

1.1.1 El Estoicismo. Presenta una influencia
bastante marcada de parte de Epicteto, Séneca y
Cicerón. Más allá del aporte
filosófico, teológico, se rescata la ética
estoica en la espiritualidad y la ascética de los
cristianos, comunidad
naciente y que posteriormente se convertirá en el centro
de toda la Edad Media. En esta ética se afirma la igualdad de
todos los hombres, premisa que va en contra de la doctrina
cristiana, además que se considera a Dios, el alma del
mundo, la razón y la naturaleza
como entes idénticos, sin distinción alguna,
llevando este pensamiento al hombre a un total Panteísmo(
y Fatalismo((. El ideal de existencia humana sólo se
atribuye a los sabios que viven conforme con la naturaleza, es
decir, se deja conducir por el alma racional y está
dominando al alma sensible con sus impulsos y pasiones. Pero, si
el cuerpo es la casa de todos los sentidos, por
lo tanto, origen de las pasiones, se tiende a concebir de manera
negativa al cuerpo. Esta teoría
en unión con la que viene del pasado acerca de tener el
cuerpo como cárcel del alma se convierte en un problema
para la antropología
cristiana[15]

1.1.2 La Gnosis. Gnosis-conocimiento, en
este caso, no hace referencia a un problema de la teoría del
conocimiento, es un movimiento religioso que se trata de una
compleja doctrina de la salvación que alcanzó su
florecimiento en el siglo II d.C. contiene elementos de religiones griegas,
orientales, nociones judeocristianas y arquetipos del pensamiento
filosófico. No es un sincretismo, busca ocuparse del
hombre individuo en
el mundo, del problema del mal y de la liberación del
hombre de esta situación negativa. Existe un dualismo
cósmico, la realidad concreta y material del mundo
pertenecen al mal, está bajo el dominio de los
poderes hostiles y su origen es negativo en oposición a
este mal se encuentra Dios, verdadero, ignoto y trascendente
considerado como demiurgo o creador. Junto a este dualismo
está el dualismo antropológico, pues el hombre
conforme con su esencia es semejante a lo divino y al principio
de bien, por tanto, los poderes hostiles de este mundo se encarga
de mantener al hombre en la ignorancia de su verdadero origen
divino. Pero, la liberación de este mal es la
gnosis, o sea la comprensión de la verdadera
naturaleza del hombre[16]

1.1.3 El Maniqueísmo. Tuvo su influencia
en la antigüedad tardía y en el cristianismo
temprano. Manes o Mani (216-276) es su fundador. Es un movimiento
religioso persa, creció en Babilonia en una secta
Gnóstica Baptista. Después de un largo viaje que lo
llevó a la India, en el
242, Mani obtuvo del rey Sapur I el permiso para predicar una
nueva religión, fue tanta su acogida que el sucesor de
Sapur I lo mandó a ejecutar. Pese a ello se vio con el
paso de los años muy floreciente, incluso entre los
años 763-814 el Maniqueísmo se detentó como
religión oficial del Imperio, después
pereció. Según la doctrina maniquea la historia se
divide en tres partes: en el primer periodo se encontraban
separados el reino de la luz y el de las
tinieblas. En el periodo medio, tiene lugar la confusión
de ambos polos y es el presente. En el futuro, esta unión
desaparecerá. La creación del mundo y su fin tienen
lugar en el periodo medio. La lucha entre las tinieblas y la luz
hacen que Dios intervenga enviando a su único hijo
Jesucristo. Manes es el culmen de todos los profetas que en el
Antiguo
Testamento figuran como enviados por Dios a los hombres. El
objetivo moral del
Maniqueísmo es eliminar del todo la confusión de la
luz con las tinieblas, y se logra en diferentes grados: los
perfectos, son aquellos que se abstienen de absolutamente todo,
de manera especial, del contacto sexual y los auditores a quienes
se les ha impuesto
sólo los diez mandamientos, estos deben pasar por varias
reencarnaciones para ser purificados. San
Agustín hizo parte de este
movimiento[17]

1.1.4 Filón de Alejandría. Nace en
el año 13 a.C. y muere en el 50 d.C. se desenvolvió
en la gran ciudad de Alejandría, casa de una gran biblioteca de la
antigüedad, allí se tradujo la Biblia llamada
Septuaginta del hebreo al griego entre el siglo II y III a.C.
Entre las obras más destacables de Filón se
encuentran un "Comentario alegórico al génesis" "De
Vita Contemplativa" y "De Aeternitate Mundi". La intención
de Filón consistía en acercar y hacer comprensible
el judaísmo a los paganos, buscaba demostrar que el
Pentateuco era compatible con la razón. A pesar de las
influencias helenísticas, su doctrina mística se
basa en la revelación de Dios. Es seguidor de la
filosofía griega y lucha por una síntesis
entre fe y razón. Él ve en la revelación la
mas alta filosofía y en Moisés el mas grande de los
filósofos.

Este tiempo se divide teniendo como criterio los
diversos acontecimientos, sobre todo, los más relevantes,
en dos grandes periodos: la Patrística y la
Escolástica y éstas a la vez en cinco
etapas:

1.2.1 La Patrística. Se desarrolló
en la primera época cristiana por obra de los Padres( de
la Iglesia y terminó en Occidente, con Isidoro de Sevilla
(536) y con Juan Mansur Damasceno (749) en
Oriente[18]Inicia después del anuncio
apostólico, abarca el periodo de Cristianización
del mundo grecorromano. Al salir el Cristianismo de su
pequeño espacio de evangelización debe enfrentarse
con dos tareas fundamentales: dar cuenta de su identidad
imponiéndose a las más severas persecuciones y
continuar con el mandato mesiánico. El concepto
Patrística fue retomado por la Teología
Dogmática y en ella se refleja un profundo respeto a los
autores de esta etapa, pues se consideran como la
Tradición de la Iglesia
Primitiva[19]

La relación de la Teología y la
Filosofía en un comienzo no estuvo exenta de tensiones,
pero nunca los cristianos desistieron de la Filosofía, la
utilizaron para defender su teoría y además para
fundamentar sus presupuestos.
Desde el mismo instante en que Pablo inicia su misión de
anunciar la Buena Nueva por todas partes, se encontró con
la Filosofía y ésta más que una
teoría era un estilo de vida, pero logró utilizarla
de tal manera que sustentaba la verdad revelada que
profería. De hecho, en el siglo II d.C. los no cristianos
consideraban filósofos a los cristianos, a pesar de
pertenecer a las clases más sencillas, aquello está
evidenciado por el judío Trifón y el médico
Galeno, también en el mensaje de Justino, Atenagoras e
Ireneo, pero esta filosofía era considerada bárbara
puesto que no tenía su fundamento en el pensamiento griego
y romano, era en cambio "la filosofía divina y la
única verdadera, la filosofía de
Dios"[20]. En este lapso de tiempo, los Padres
buscan el hacer de la Teología y la Filosofía, dos
áreas que arrojarán los fundamentos necesarios para
soportar el anuncio del Evangelio. De hecho, la Filosofía
Patrística consta de la predicación, la defensa de
la fe, la interpretación de las Sagradas Escrituras,
sólo con el tiempo se empieza a sistematizar esta
prédica[21]

1.2.2 La Escolástica. Se inicia como
filosofía de escuela (schola)
de la Iglesia Medieval en el siglo IX y dura hasta el comienzo
del Renacimiento (siglo XVI). Aunque en la Edad Media forma la
Escolástica la corriente principal, junto a ella se
desenvolvieron también los sistemas
judío y árabe, que deben ser estudiados
conjuntamente[22]

En un tiempo atrás se concebía el
término Escolástica como un todo de la Edad Media,
dividiéndola en tres secciones: Escolástica
temprana (1100-1200), Alta Escolástica (1200-1300) y
Escolástica Tardía (1300-1450), posteriormente se
volvió obsoleto utilizarlo. En realidad, la
Escolástica alude originalmente al aspecto metódico
formal, por ello forma parte de un elemento especifico de la
ciencia medieval. El término proviene de la palabra latina
"schola", la cual significa escuela.

El método
Escolástico, el cual consiste en la argumentación
con reglas del silogismo (premisa mayor y premisa menor), con dos
modos de expresión, la lectio, que significa la
lección, la lectura,
con ésta se buscaba transmitir los conocimientos
existentes, ya que era necesario que los alumnos aprendieran de
memoria lo que
el profesor
impartía y el otro modo es la disputatio, que
tenia como objetivo demostrar el dominio de los aprendido en
la lectio. Una vez a la semana se reunian solemnemente
con este fin. El magister exponía el tema
filosófico además de unas tesis que los estudiantes
debían de rebatir de acuerdo a su capacidad intelectual,
que necesariamente debía ser
lucida[23].

El método escolástico se ciñe a una
triple función, en primer lugar tiene en cuenta la
importancia de la Tradición y la Autoridad, se
afirma que quien vaya a optar por una ciencia en particular
deberá acceder a los conocimientos que ya en el pasado se
han dictaminado en torno a un tema especifico, esos textos son el
puente hacia el pasado, por lo tanto, se convierten en
autoritas. En un segundo plano y como novedad en la Edad
Media, se afirma que el verdadero conocimiento solo es posible
adquirirlo por medio de un estricto sentido de la razón y
aquello se ve reflejado en las grandes obras llamadas
summas del siglo XIII que constituyen el punto final de
una continua evolución en el pensamiento
sistemático de la Edad Media[24]

Este periodo está subdivido en:

  • La primera
    Escolástica

  • La alta Escolástica

  • La Escolástica
    Tardía

1.2.2.1 La primera Escolástica.
Después del caos político de los siglos IX y X,
renace el orden en Europa: los otones restauran el Imperio en
Alemania, los
reyes Capetos organizan a Francia, Guillermo "El Conquistador"
trae la paz a Inglaterra, se
asientan los reinos cristianos de España, se
fortalece el sistema Feudal,
los pequeños comerciantes, la naciente burguesía,
consigue su autonomía en las ciudades, florece la
artesanía, el comercio y la
cultura. "Junto a las viejas escuelas monacales que habían
sido depositarias del saber, florecieron en las Villas o ciudades
las escuelas Episcopales, al amparo de las
Catedrales, entre las mas destacadas esta de Chartres, la cual
significo gran importancia en los estudios
filosóficos"[25]. A través de un
proceso fueron
difundiendo un método oral por todas las escuelas, el cual
consistía en que el profesor tomaba un texto de un
autor y lo comentaba, exponía los pro y los contra y
asignaba a los alumnos extraer las
consecuencias[26]

El Papa Gregorio VIII reforma el clero diocesano,
éstos se dedican a la enseñanza en las escuelas urbanas. Es una
etapa de gran fecundidad y originalidad filosófica en el
ámbito cristiano. La dialéctica es aplicada a todos
los campos: la moral, la
psicología, la metafísica y la
teología, aunque con excepciones de algunos pensadores
místicos. Aparecen grandes figuras como San Anselmo,
Pedro
Abelardo. Surgen problemas en torno a los Universales, los
cuales se preguntan sobre el significado y valor de los
conceptos universales. Los realistas medievales los sitúan
como individuos conocidos como realidad única; para los
realistas moderados, los individuos existen concretamente, pero
los universales tienen valor real sólo por derivarse de
una abstracción mental de lo particular y para los
nominalistas, no existe, más que realidades individuales y
los géneros y especies son sólo sonidos,
palabras[27]

1.2.2.2 La Alta Escolástica. En el siglo
XIII, debido a nuevas inquietudes y planteamientos, tiene un
florecimiento la Filosofía Escolástica cuyos
factores fundamentales que propiciaron el apogeo de este periodo
filosófico fueron los siguientes:

  • La Fundación de las Universidades: son
    centros docentes de formación y/o agrupación
    profesional de maestros y estudiantes, unidos por intereses
    culturales, resultado de un desenvolvimiento de las escuelas
    Monacales, Catedralicias y Palatinas iniciado en el silgo
    VIII. La primera universidad que se constituyó como
    tal fue la de Paris, pues esta ciudad era centro de
    convergencia del catolicismo y el pensamiento religioso, por
    ello existe una primacía por la Teología,
    debido a que se mantiene vigente el presupuesto agustino
    "cree para que entienda". algunos de los grandes
    teólogos que se formaron en esta institución,
    Alejandro de Hales, Buenaventura, Alberto Magno, Tomas de
    Aquino y Duns Escoto. Posteriormente se erigen otras
    Universidades como Napoles, Bolonia, Oxford, Cambridge,
    Salamanca, Colonia, Padua, Touluse, Orleans, en total de las
    cincuenta universidades que se crean en Paris entre el
    1200-1400, veinte serán obras
    pontificias[28]

  • El ingreso de las Órdenes Mendicantes a la
    Universidad:
    Las Órdenes Mendicantes surgen debido
    a que la Burguesía comienza a triunfar sobre el
    Feudalismo, que el poder Papal tiende a centralizarse cada
    vez más, por lo que requiere de instrumentos adecuados
    con su cometido. Gracias a los religiosos, el pensamiento
    aristotélico invade la vida intelectual de las
    universidades y los Mendicantes deben contrarrestar las
    herejías a nivel popular a través de la
    predicación y la enseñanza. Entre el 1229 y el
    1231 los Papas estimulan a los Dominicos, los Franciscanos,
    los Cistercienses, los Agustinianos y los Carmelitas para que
    ingresen a la universidad. Con las Órdenes Mendicantes
    se eleva el nivel científico de los estudios
    universitarios y aunque hubo ciertas disputas por la
    hegemonía, el Papa en curso reconoce a cada cual los
    derechos correspondientes y de esta manera surgen los
    personajes que dieron un matiz nuevo a la Filosofía y
    a la Teología, los Franciscanos con Alejandro de Hales
    y Buenaventura y los Dominicos con Alberto Magno y Tomas de
    Aquino[29]

  • La incorporación y asimilación del
    pensamiento aristotélico en Occidente:
    Suscita
    agudos problemas, despierta inquietudes, abre nuevos
    horizontes y origina distintas posiciónes.
    Aristóteles es introducido a través de la
    filosofía árabe y judía. Desde 1130 se
    empieza a traducir de la obra aristotélica. Se acude a
    él por la lógica, por su filosofía de la
    naturaleza y del ser, por la física y la
    metafísica como búsqueda de una nueva
    cosmovisión; éstas últimas entran en
    conflicto con el pensamiento cristiano al punto de ser
    condenados por el Papa, aunque esto no impidió su
    lectura. El pensamiento del Estagirita es considerado como
    fermento de renovación, posteriormente Alberto Magno y
    Tomás de Aquino retomarán este pensamiento para
    fundamentar el dogma
    Católico[30]

1.2.2.3 La Escolástica Tardía.
Cuando el tomismo estaba en el culmen en relación con la
síntesis entre Teología natural y la revelada,
aparece en el medio una nueva escuela filosófica de
inspiración franciscana, esta escuela acepta el
pensamiento aristotélico, con un marcado tinte
voluntarista y nominalista. Con Ockam y Escoto se da el
desarrollo dialéctico de los grandes problemas del
pensamiento medieval. El siglo XIV se caracteriza porque, al
igual que el siglo anterior, tomó a la Filosofía
como sustentadora del dogma, Escoto es el primero en hacer esa
diferencia y alianza a la vez y luego Ockam se encargará
de realizar la separación de Filosofía y
Teología. El paso del siglo XIII al XIV se da no como
ruptura, sino continuidad aunque con grandes contrastes. El
tomismo prosigue como escuela independiente, el escotismo
continuó en la elaboración de una metafísica
de las esencias y de las formas. De esta manera, empieza la
escolástica a disolverse y los descubrimientos
científicos modernos son el indicio de una nueva
época[31]

  • La primera etapa es conocida como la "Edad de los
    Fundadores", se extiende desde finales del siglo V al VIII.
    Época en que los últimos romanos, tales como
    Boecio y Casiodoro, formados en escuelas y universidades
    imperiales hacen un balance de la sabiduría antigua,
    éstos transmiten a los monjes su plan de estudios
    además del método, se puede afirmar que son
    autores de transición del pensamiento antiguo al
    nuevo. Posteriormente sus sucesores San Gregorio y San
    Isidoro de Sevilla deberán enfrentarse a nuevos retos,
    pues ya los bárbaros se han establecido y la Iglesia
    busca convertirlos manteniendo la verdad y la moral. El gran
    paso es enmarcado cuando es bautizado Clodoveo en el 496 y el
    rechazo del rey Recaredo en el 589 del Arrianismo, momento de
    alianza intima entre la Iglesia y el Estado. Este periodo
    está influenciado por la aparición de
    comunidades monacales encargadas de mantener intacta la
    cultura en occidente[32]

  • La segunda etapa es conocida por muchos autores como
    "Alta Edad Media", caracterizada por el despertar, apogeo y
    decadencia del renacimiento carolingio, Se desarrolló
    principalmente en el territorio del Imperio carolingio, que
    se extendía desde Cataluña, la "marca
    hispánica", al sur de los Pirineos, hasta el
    Oder-Neisse. Se destacan a Pepino "El Breve" y Carlomagno
    como los grandes reformadores, su objetivo era hacer que al
    igual que los clérigos, los laicos también
    pudiesen tener acceso a la educación, en su cometido
    estuvieron presentes los italianos Pedro de Pisa y Paulino de
    Aquilea, el irlandés Dungal y el inglés
    Alcuino, quienes consiguen dar vida a una nueva cultura en
    Francia de manera especial, al Norte, que hasta entonces nada
    había conseguido en este sentido. La mayoría de
    los maestros son benedictinos, debido a que el Emperador ha
    unificado las observancias religiosas en su imperio. En
    muchos aspectos, la cultura carolingia es tradicional,
    sólo con Juan Escoto Eurigene aparece un sistema
    personal, pero a partir de elementos clásicos, se
    empiezan a resolver problemas de Lógica,
    Metafísica, Psicología y
    Moral[33]

  • La tercera etapa es la del Renacimiento del siglo XI
    y XII. En esta época renace el orden: los otones
    restauran el Imperio en Alemania. Las ciudades renacen como
    centros de artesanado, de comercio y de cultura. Los
    clérigos reclutan jóvenes para sus diferentes
    órdenes. Gran época para el clero diocesano,
    reformado por Gregorio VII y por sus sucesores, los cuales
    aceptan gozosos los deberes de la enseñanza. Existe
    también un laicado muy comprometido y eficaz. En el
    área urbana se erigen un número bastante
    considerado de escuelas. La lógica empieza a ser muy
    utilizada, se recurre al Organón de
    Aristóteles[34]

  • La cuarta etapa es la del siglo XIII, llamada Edad
    Escolástica o Aristotélica. La educación
    pasa a las universidades, las escuelas urbanas pierden un
    poco de poder, pues se logran algunos centros de estudio,
    Paris por ejemplo. A los Benedictinos encargados de la
    educación en las universidades se les suman los
    Dominicos, los Franciscanos y los Carmelitas. Es la
    época del aristotelismo sin desconocer que en las
    universidades existan partidarios del Agustinismo y/o
    Platonismo, será con San Alberto Magno y Santo
    Tomás de Aquino con quienes se da una nueva
    interpretación de la filosofía del Estagirita,
    tratando de encaminarla por el
    cristianismo[35]

  • La última etapa es conocida como la del
    Nominalismo. Se cae en un escepticismo filosófico, y
    el periodo medieval empieza a declinar. Ockam afirma que es
    preciso dudar de la razón y su capacidad para apoyar
    la Teología. No existen conceptos ni reglas generales
    y/o abstractas, todo es estrictamente individual, todo
    conocimiento es intuitivo. Desde la moral no existen las
    virtudes, más bien una serie de actos discontinuos.
    Por ello, todas las ciencias orientadas hacia un fin
    contingente son valorizadas y reorientadas escapando a la
    filosofía de la naturaleza y a la moral
    normativa[36]

Cada época trae consigo sus dificultades y sus
fortalezas. Dentro de los múltiples cambios que
vivió el hombre en la medievalidad, se destaca el cambio
de pensamiento en cuanto que la filosofía
helenística tenía influenciado todo el Imperio, con
la aparición del cristianismo, ésta empieza a
disminuir. El ámbito político, social y
económico se vio bastante transformado por las diversos
estructuras que fueron apareciendo.

1.4.1 El Feudalismo. Este sistema
económico, social y político se desarrolló
en Europa entre los siglos IX y XIV, sobre todo, en los reinos
que fueron resultado de la disolución del Imperio
Carolingio. El término como tal aparece en el siglo XVIII,
con el fin de describir las instituciones sociales basadas en el
feudos (feudum en latin), pero no se puede caer en el
error de designar toda la Edad Medieval, imbuida de este sistema.
El Feudalismo
presenta unas características:

  • Ausencia total de un poder central, llevando esto a
    un fraccionamiento de los reinos y a la vez con gobernantes
    locales con gran potestad.

  • Los hombres pasaron a relacionarse bajo un sistema
    de dependencia o subordinación entre un señor
    más poderoso que otro.

  • El valor de la tierra pasó a ser tan
    relativo, dependía de quien la
    protegía.

  • Imperó el sistema de tipo agrario, pero
    ejecutado a escalas muy bajas debido a que no se
    permitía su comercialización.

  • En el campo de las relaciones fueron de tinte de
    servidumbre, los señores feudales manejaban la vida de
    sus servidores, los vasallos.

  • La Iglesia Católica, una institución
    con gran poder político, económico y religioso,
    organismo que mantuvo intacta la cultura
    grecolatina.

El feudalismo no fue el resultado de un deseo
racionalmente programado, más bien el lento desarrollo de
la lenta evolución histórica. La sociedad medieval
se convirtió en etapa de caballería y esto hizo que
los nobles y los caballeros pasaran a significar lo mismo.
Posteriormente, la Iglesia hace uso de estos ejércitos,
convirtiéndolos en una institución al servicio de
los más pobres y débiles. La sociedad medieval es
totalmente estamental y piramidal, con relación al primer
campo cuando los individuos nacían en un determinado grupo
social, en él se debían mantener y en cuanto al
segundo aspecto, el poder estaba en aquellos que tenían la
capacidad de gobernar: los reyes, los nobles y los altos
funcionarios eclesiásticos, posteriormente fueron
delegando sus oficios a los Obispos. En el contexto medieval no
circulaba el dinero en
forma de moneda, los pagos se hacían a través de
la tierra, por
ello y debido a la ayuda que prestaron los Obispos a los reyes
que estos fueron acumulando grandes riquezas, ello daba pie para
que los reyes fueran los encargados de nombrar a los Obispos,
pero generó gran corrupción dentro de la institución,
tanto que muchos clérigos tenían mujeres e hijos.
Era la Iglesia, el estamento de gran envergadura, hasta el punto
que controlaba la vida de las personas desde que nacían
hasta que morían, imponiendo la moral pública y
privada y haciendo que se cumplieran los preceptos impuestos de lo
contrario, le aplicaban la excomunión, la cual
consistía en la privación de los sacramentos y la
interdicción que afectaba a toda una población en el sentido que negaba todos
los servicios
religiosos hasta el cierre de las iglesias.

El paso del régimen esclavista al feudalismo fue
acompañado en Europa por una compleja estructura
jerárquica, pasando por el Baron, el Conde hasta el Rey o
Emperador y todo esto descansaba en los campesinos y en los
pequeños artesanos. Hubo una decadencia temporal de la
cultura y la economía, decayó la
artesanía, se redujo el comercio. Ahora el catolicismo era
la ideología dominante del momento. Por tanto,
"los dogmas eran a la vez axiomas
políticos"[37].

1.4.2 La Inquisición. Se da en un ambiente
socio-económico, político y eclesiástico y
dentro de éste último en un ambiente
canónico y teológico. No es fruto de una persona, en ella
intervino el pueblo creyente, los frailes de las órdenes
mendicantes, los canonistas, los teólogos, el Papa,
también los políticos: el Emperador, los Reyes, el
Conde y los Señores. Para que se dé la
Inquisición, se deben dar las herejías y, por lo
tanto, los encargados de propagarlas, primero interviene el Papa
y el Emperador; luego, la justificación de los
teólogos, de allí se convierte en ley de la Iglesia
por medio de los canonistas. Pero, estos herejes se convirtieron
en un problema político haciendo que los Reyes y
Emperadores se unan a la Iglesia, además de que obtienen
algunos beneficios políticos[38]

El nombre de la Inquisición se debe a los
siguientes Papas, Lucio III (1181-1185) e Inocencio III
(1198-1216) y por el Concilio IV de Letrán (1215). "De
acuerdo con los obispos o al lado de ellos, se ve, durante el
siglo XII, funcionar simultáneamente dos inquisidores, es
decir, la inquisición episcopal, ejercida por los
ordinarios en sus diócesis respectivas, y la
inquisición legatina, ejercida por los legados, con
jurisdicción en una extensión
determinada"[39]. En cuanto a la
finalización de la Inquisición se dice que va hasta
finales del siglo XV, cuando son perseguidos los Valdenses, los
Cátaros( y los Brujos. Antes de la instauración
de

la Inquisición, los acusados eran juzgados en el
tribunal de manera privada, con Lucio III e Inocencio III, se
hace público tal evento hasta el punto que los herejes son
buscados. Las herejías dadas a partir del siglo XII fueron
siempre la preocupación de la Iglesia y el Estado,
pero la Iglesia en un comienzo buscaba más que eliminar al
hereje, darle la oportunidad de volverse a reconciliar con la
doctrina, uno de los primeros casos que se dieron en
relación con la condenación, fue por parte de los
príncipes, con ejecuciones y condenaciones sumarias,
expulsión o condena de muerte de los culpables, esto en
Orleans, Lieja y Soissons, entre los años 970-1031.
Durante largo tiempo algunos integrantes de la Iglesia se
opusieron a este rustico método, afirman que la
herejía se puede combatir con la discusión, otros
dicen que con una pena espiritual como la excomunión
basta, esto último fue planteado por los Concilios de
Reims, el 5 de octubre de 1049 y el de Tolousse, 13 de septiembre
de 1056, en todo caso quedaba totalmente prohibido dentro de la
Iglesia, la práctica de la condena de muerte y esto es
corroborado en un escrito del Papa Alejandro II (1061-1073) al
Arzobispo de Narbona[40]

Pero, en 1162 el Rey de Francia Luis VII (1137-1180),
señala al Papa Alejandro III las perversidades de los
Maniqueos en Flandes con una carta que
envía y que dice:

Que vuestra sabiduría preste una atención particular a esta peste, afirma el
rey, y que la suprima antes que pueda engrandecerse. Os lo
suplico por el honor de la fe cristiana. Concedo toda libertad en
este asunto al arzobispo (de Reims), él destruirá a
los que se levantan contra Dios, su justa severidad será
alabada en este país, por todos los que estén
animados de una verdadera piedad. Si vosotros actuáis de
otra manera, las murmuraciones no desaparecerán
fácilmente y lanzaréis contra la Iglesia romana los
reproches violentos de la opinión
popular[41]

Durante el pontificado de Alejandro III, se
efectúan dos Concilios que buscan restaurar la paz y la
integridad en la Iglesia: el Concilio de Tours en 1163, en el que
se ocupa un buen espacio para hablar acerca de los
heréticos maniqueos, entre las prohibiciones se encuentra
el no contacto de los sacerdotes con estos personajes y el pueblo
debe convertirse en denunciante de todos los que no se adecuan a
la doctrina eclesial. Luego en 1179, se convoca al Concilio de
Letrán, allí se describe la situación de
Languedoc y Gascuña, dos zonas donde proliferaban los
herejes, y la Iglesia ordena a los Reyes tomar el control del
asunto, convoca a una cruzada para ir en busca de los
heréticos y se obtendrán las mismas indulgencias de
las cruzadas a Tierra Santa.
En el canon( dictaminado por el Concilio no se especifica el
procedimiento
inquisitorial, la búsqueda de los herejes, la
acusación ese oficio por parte de las autoridades
ni el procedimiento judicial mismo, el canon sólo pide
clara y enérgicamente la cooperación de las
autoridades eclesiásticas y seculares para reprimir la
herejía con los medios a su disposición, cabe
resaltar que los resultados no fueron los más
promisorios[42]

Posteriormente, el Papa Lucio III convoca al concilio de
Verona, con el fin de lograr un entendimiento con el Emperador
Federico I Barbarroja, al cual asistieron Arzobispos, Patriarcas
y un gran número de príncipes de toda Europa y, con
el concurso del Papa y del Emperador, el 4 de noviembre se
promulga la constitución Ad abolendam
"contra los cátaros, los patarinos, los que se llaman
falsamente humillados y los pobres de Lyon, los josefinos, los
arnaldistas"[43]
y, por supuesto, que esta
medida cobija a todos los herejes, los laicos, los creyentes y
los clérigos. Los Obispos debían estar atentos a
sus respectivas jurisdicciones y seguir lentamente los casos
sospechosos hasta el punto de dirigirse a los lugares
específicos y tomar presos a los heréticos, los
cuales debían retraerse de sus comentarios, acciones y
volver a la comunión con la Iglesia. Todos los estamentos
públicos y privados debían estar al servicio de
esta causa[44]

Los dictámenes dados por la Iglesia se empezaban
a ejecutar, pero sin aprobar ningún método que
atentara contra la dignidad
humana, incluso se les mandaba a catequizar, un ejemplo es el
joven Santo Domingo, quien se une a un viaje con unos monjes
cistercienses a Lauragais, allí tiene por objetivo traer a
los herejes nuevamente a la familia
cristiana, funda una comunidad, la Orden de los Predicadores.
Hacia el 1208 llega al pontificado el Papa Inocencio III y al
valorar la debilidad de los resultados obtenidos
pacíficamente, invita al rey de Francia Felipe Augusto y a
otros barones que era necesario eliminar la herejía
tomando las armas, empezando
en Toulousse. A partir de allí se disparó la
más cruenta de todas las persecuciones, episodios
sangrientos como el de Beziers donde los cruzados asesinaron a
treinta mil personas, fueron el quehacer de la Iglesia y el poder
político, por supuesto que "Inocencio III acusó al
jefe de los cruzados de derramar la sangre del
justo.para servir a sus intereses propios y no a la causa de la
religión"[45]. Posteriormente cesó
la persecución por medio del pacto de Paris (Luis IX,
1226-1270) y se crea la Universidad de
Toulousse[46]

Luego en el s. IV con el Concilio de Letrán las
autoridades eclesiales constataron que la cruzada había
fracasado y que en Toulousse al contrario de haber disminuido la
proliferación de las herejías, seguían en
aumento hasta el punto que las iglesias cátaras estaban
jerarquizadas y apoyadas por las mejores familias, esto
llevó a que el Papa tomara la decisión de legitimar
las investigaciones
(inquisiciones) de los Obispos, aprobando las penas que se
deriven contra el reo. Se afirma que a partir de 1215 el proceso
per inquisitionem es un hecho, de allí la
inquisición se organiza de tal manera que tiene un cuerpo
militante investido de la autoridad pontificia, es conferida a
las comunidades mendicantes especialmente los Dominicos, quienes
teológicamente estaban en la capacidad de detectar los
focos de herejía y de llevar las discusiones con
fundamento[47]

La reconciliación del hereje lleva consigo obras
de piedad, actos de humildad, peregrinación, insignias de
reconocimiento sobre los vestidos, pero aquel impenitente era
castigado con la incapacidad legal y si persistía era
entregado al brazo secular donde seria ejecutado en la hoguera,
además de que su casa era demolida, se confiscaban sus
bienes y la
incapacidad legal cobijaba a los hijos y nietos del
reo[48]

Ahora, el tribunal encargado de imponer las respectivas
penitencias estaba conformado, en primer lugar por los delegados
del Papa, junto a los jueces estaba el socius, que no es
co-inquisidor ni suplente del inquisidor, su papel es
acompañamiento moral y espiritual de alguna de las
Órdenes Mendicantes; Dominico, Franciscano o el que el
inquisidor escogiera, está también el notario, los
sargentos de armas, los espías, los carceleros todos
éstos denominados jurati o juramentados, pues
prestaban la labor de un juramento
especial[49]

Así sucesivamente cada uno de los Papas fueron
intensificando la ardua labor de buscar y aniquilar a todos los
herejes hasta 1317 cuando llega al poder Juan XXII y éste
incluye en su lista de herejes otros grupos que antes
no revertían ningún peligro, como los Fratichelos,
hermanos de la vida pobre, Beguinos y Beguinas y hasta los que
practican la magia, aclarando que por esta fecha aún la
magia no es considerada de tan alto peligro. Lo que preocupa a la
Iglesia son las formas de la práctica de la magia dada en
la quiromancia, la adivinación, el sortilegio, la alquimia
y, sobre todo, el culto y pacto con los demonios que se realizan
el Sabbat[50]

La Iglesia tenía sumo cuidado con la alquimia.
Algunos personajes de la Edad Media como Alberto de Bollsdadt y
Rogerio Bacon, siguiendo a los químicos árabes,
veían en la alquimia una ciencia experimental.
Posteriormente los alquimistas, que por cierto fueron bastantes,
se propusieron una nueva meta, descubrir el método para
obtener la piedra filosofal, recurriendo para ello a la magia y
al exorcismo, es obvio que estas concepciones fantásticas
frenaban el progreso de la química, aunque todo
el material empíricamente dado por la alquimia
sirvió de base para emprender el proyecto de la
química[51]

Ante estas y otras culpas era que se aplicaba la
inquisición duramente, su itinerario está escrito
en una carta que Gregorio IX dirige a Conrado Mansburgo el 13 de
mayo de 1231:

Cuando lleguéis a una ciudad, convocareis a los
prelados, los clérigos y el pueblo y haréis una
solemne predicación; después buscareis algunas
personas discretas y haréis una inquisición o
búsqueda de los heréticos y sospechosos. Aquellos
que, después del examen, sean declarados culpables o
sospechosos de herejía deberán prometer obedecer
absolutamente a las órdenes de la Iglesia; si no
procederéis contra ellos siguiendo lo que nos hemos
recientemente promulgado contra los
heréticos[52]

Y entre los muchos métodos de castigo
existían: el caballete, la cuerda y la antorcha inflamada,
dependía del inquisidor aplicar cualquiera de ellos pero
en cuanto a las consecuencias estaban explicitadas por Inocencio
III en alguno de sus documentos:

Según la ley civil, dice el pontífice, los
criminales de lesa majestad son castigados con la pena capital y
sus bienes son confiscados, es únicamente por piedad que
se perdona la vida de sus hijos. Con cuanta mayor razón
aquellos que, desertando de la fe, ofenden a Jesús, el
Hijo del Señor Dios, deben ser apartados de la
comunión cristiana y despojados de sus bienes, porque es
infinitamente más grave ofender la majestad divina que
herir la majestad humana[53]

Pero, la Inquisición siempre estuvo avalada por
los más altos teólogos de la Edad Media, trataban
de justificar lo que la Institución aplicaba en nombre de
Cristo, pues era la elegida para dichos fines, por ello Santo Tomás de
Aquino afirma en su "Suma Teológica" haciendo
referencia a los herejes:

Respondo diciendo que en relación con los
heréticos dos cosas deben ser consideradas, una por parte
de los mismos heréticos, y otra por parte la Iglesia. Por
parte de los mismos heréticos, es pecado por el
que merecen no sólo ser separados de la Iglesia mediante
la excomunión, sino aún excluidos del mundo por la
muerte. Porque es más grave corromper la fe, que es la
vida del alma, que falsificar la moneda que es medio de subvenir
a la vida temporal. De donde, si los falsos monederos u otros
malhechores son justamente castigados a la muerte por los
príncipes seculares, con más fuerte razón
los heréticos, desde que ellos están convencidos de
herejía, pueden ser no solamente excomulgados, sino
justamente asesinados. En cuanto a la Iglesia, como ella es
misericordiosa y busca la conversión de los culpables,
ella no condena inmediatamente al herético, pero lo
exhorta una primera y una segunda vez, como dice el
Apóstol (Tit. 3,10) al arrepentimiento. De manera que si
el herético permanece obstinado y si la Iglesia desespera
de su conversión, la Iglesia proveerá a la salud de los otros
separándolos por medio de la excomunión y el
abandono al juicio secular para que éste los extermine del
mundo por la muerte[54]

Para la Iglesia, la mayor de todas las ofensas cometidas
por los herejes es aquella orientada por los cátaros que,
en definitiva, son los propiciadores de la Inquisición y,
luego, a partir de ellos empiezan a surgir movimientos que buscan
liberarse del dogma católico, el escritor haciendo un
artículo y a la vez un comentario a la Edad Media
aduce:

Cualquier horror que puedan inspirarnos los medios
empleados para combatirla (la secta de los cátaros),
Escribe Lea —cualquier piedad que nosotros podamos sentir
por aquellos que murieron víctimas de sus convicciones,
nosotros reconocemos sin dudar que, en estas circunstancias, la
causa de la ortodoxia no era otra que la de la
civilización y del progreso. Si el catarismo se
había convertido en dominante o solamente igual al
catolicismo, no se puede dudar que su influencia había
sido desastrosa. El ascetismo del que ellos hacían
profesión y que concierne a las relaciones entre los
sexos, habría inevitablemente conducido, si se convierte
en general, a la extinción de la especie humana.
Condenando el universo
visible y la materia en
general como las obras de Satán, el catarismo
cometía un pecado contra la mejora material de la
condición de los hombres. De modo que si esta creencia
hubiera reclutado una mayoría de fieles, habría
tenido el efecto de volver Europa al estado salvaje de los
tiempos primitivos. El catarismo no era solamente una revuelta
contra la Iglesia, sino la abdicación del hombre delante
de la naturaleza[55]

1.4.3 El Nominalismo. La lucha entre el
nominalismo y el realismo, que
se dio durante varios siglos en la Edad Media es un problema
filosófico de gran magnitud, incluso el aspecto violento
se vio muy notorio entre los representantes respectivos. La
discusión versaba en la naturaleza de los conceptos
generales o universales, ejemplo, el hombre en general, la casa
en general, el árbol como tal. "Los realistas afirmaban la
existencia real de los universales como entidades ideales o
arquetipos preexistentes a las cosas
singulares"[56]. Primero existe el hombre en
general, como una idea sui generis, después como
producto de ella, existen los hombres singulares, se fundaban en
la filosofía platónica.

"En el polo opuesto estaban los nominalistas que
insistían en la realidad exclusiva de las cosas singulares
y reducían los universales a los puros nombres con que los
hombres designaba a las cosas individuales"[57],
no existen el hombre o la casa en general son sólo nombres
con los que se designan un conjunto de hombres o de casas. Aunque
nunca se dijo nada al respecto, pero esta lucha ya prefiguraba,
en cierta manera, la oposición entre el empirismo y el
racionalismo
que se daría en la Edad
Moderna.

Para la Iglesia, el nominalismo presentaba en cierta
medida un peligro, por ello optaba por el realismo. Esto debido a
que por ejemplo en el año 1000, Berenger de Tours,
sólo admite como real lo que perciben los órganos
sensoriales y negaba la realidad de las esencias
genéricas, con esto concluyó de que en el rito de
la comunión, el hombre prueba el pan y el vino, mas no el
cuerpo y la sangre del Señor, tal como lo enseña la
Iglesia. Y a finales del siglo XI aparece Juan Roscelino tratando
de fundamentar el nominalismo, sirviéndose de éste
para interpretar el dogma de la Santísima Trinidad y
aduciendo que son tres dioses distintos.

LA MAGIA Y SUS DIVERSAS
MANIFESTACIONES

Las artes adivinatorias son tan antiguas como las
primeras civilizaciones, la ansiedad del hombre por el futuro
hace que se inventen múltiples medios para averiguar lo
que pasaría más adelante. Durante la Edad Media
fueron muchas las ciudades europeas que se contagiaron de esta
práctica, la cual venía de siglos atrás.
Entre las capitales más destacadas se encuentra Toledo,
Orleans, Padua, Nápoles y Palermo, pero en el siglo XIII
Toledo se convirtió en un centro científico europeo
pues poseía una gran escuela de traducción y tanto el ambiente
musulmán como el católico cobró gran
importancia; otro aspecto es que en Palermo se podía tener
acceso a la nigromancia, entendida ésta como una rama de
la magia y allí también en 1256 Alfonso X tradujo
al castellano El
Picatrix(¸ escrito influenciado por fuentes
árabes y judías. Ahora en cuanto a la palabra
nigromancia se ha presentado diferencia en su significado, pues
antes de la Edad Media se concebía como adivinación
a través de la conjuración de los muertos. En la
alta Edad Media pasó a significar la adivinación
recurriendo a los demonios y, en último término, se
tilda como el conjunto de fuerzas demoniacas
clasificándose dentro de la magia demoniaca, la cual
implica participación de los
demonios[58]

Pero, la pregunta que siempre ronda en el pensamiento
humano es ¿saber si la magia es un aspecto inherente al
hombre? Hasta ahora existen pocos documentos que hagan referencia
al origen de la magia como un aspecto innato en el hombre, sin
embargo según el artículo que en esta investigación se ha citado habla del siglo
V a.C. como el punto de donde se puede obtener información y ésta es aportada por
los magoi persas, los cuales eran sacerdotes
zoroástricos. Los romanos y los griegos haciendo
alusión a éstos afirmaban que "practicaban la
astrología y curaban a las personas
mediante conocimientos ocultos"[59]; eran acusados
de realizar falsas ceremonias aunque los romanos y los griegos
realizaban ceremonias similares sino que trataban de llevarlas a
cabo en lo público y evitaban el ámbito privado con
tal que se les catalogara de ocultistas. Posteriormente el
cristianismo consideró como magia todo aquello que fuese
idolátrico donde se hiciera partícipe cualquier
dios pagano, considerados en la tradición cristiana como
demonios, se convierte en un aspecto teológico, pero
también moral y esto evidenciado en las exhortaciones de
San Agustín cuando en su obra culmen De Civitate
Dei
se asienta firmemente la idea de una magia
diabólica o ceremonial frente al milagro, "el cual solo es
posible por intervención del Dios verdadero, de manera que
solo la voluntad divina puede aliviarnos y conceder deseos con su
poder"[60].

Con el platonismo plotiniano se mantiene durante toda la
Edad Media una especie de magia denominada magia natural
(blanca-teúrgia), la cual estaba basada en una
idea de eternas correspondencias y vínculos entre los
diferentes elementos del universo y que a
la vez éste es considerado como orden divino. Esta magia
se basa en la causa-efecto natural y fue defendida en el siglo
XII por filósofos como Roger Bacón, Ramon Llul y
Alberto Magno e incluso se aduce que pudo llegar a ser utilizada
por los eclesiásticos, quienes veían a
través de ella el poder divino expresado por el orden de
los efectos naturales[61]

Pero, el cristianismo dentro de su doctrina siempre
estuvo en contra de toda clase de arte adivinatoria, pues las
consideraba vivencias intolerables de los cultos paganos y
llegó hasta la represión y la persecución
para lograr tal cometido. Es evidenciado en los diversos
Concilios que se celebraron con el fin de condenar dichas
prácticas; en el 721 se celebra uno en Roma, el cual es
presidido por el Papa Gregorio II, en el que se estipula que
"toda practica supersticiosa acarrearía la
excomunión y por tanto la privación de los
sacramentos. La sentencia era que todos los libros
debían ser quemados, pues así lo recomendaba los
hechos de los apóstoles además de los emperadores
Honorio y Teodosio, y debía hacerse delante de los
obispos"[62].

Esto deja entrever la persecución que se
había desatado contra los que practicaban dichos artes,
incluso el mismo Carlomagno, en su capitular de la paz,
escribía que enviaría a la cárcel a los
adivinos y los magos y sólo los dejaría en libertad
cuando juraran corregirse. Luego, el rey Carlos VIII
ordenó que se encarcelara no sólo a los adivinos,
sino también a quienes acudían a ello, incluso a
los que no los denunciaban. Desde el 506 en el Concilio de Agde
se promulga la pena de excomunión a las sortes
sanctorum
(suerte de los santos) que consistía en
abrir la Biblia al azar en los evangelios, en las
epístolas y tomar como predicción lo que se leyese,
por aquel entonces "los teólogos aceptaban la suerte de
reparto, la suerte de consulta o juicio de Dios, pero no la
suerte de adivinación"[63].

Incluso para los sacerdotes que se veían tentados
a consultar la magia, tal como lo hizo San Agustín, antes
de su conversión, el trigésimo sexto canon
estipulado en el Concilio de Laodicea especifica que "los
sacerdotes y los clérigos no deben ser ni encantadores ni
matemáticos o
astrólogos"[64], así que desde el
siglo V aquellos que optaban por refugiarse en la artes
adivinatorias sufrían de parte de la Iglesia la
excomunión, la penitencia pública, el ayuno, el
destierro o la prisión, el hecho de que varios siglos
adelante se volvieran a retomar estas mismas medidas deja
entrever la resistencia de la
gente para amoldarse a un sistema que les impedía actuar
con libertad, pues ¿cómo desarraigarse de unos
hábitos adquiridos a lo largo de tres mil años y
que además correspondían a la estructura del
inconsciente humano, el cual comporta el pensamiento
mágico?[65].

Lo anterior trajo para Occidente un doble problema, pues
cómo ignorar el gran aporte de muchos hombres caldeos,
asirios, persas, griegos y romanos que bajo el rol de
filósofos habían dilucidado en torno al tema y, por
otro lado, no se podía obviar los aportes de una
espiritualidad dada por el cristianismo. Algunos escritores
trataron de justificar en sus tratados el uso
de las artes adivinatorias sin comprometer la fe cristiana; entre
estos esta Kaspar Peucer, quien tras publicar su obra capital en
1533, "commentarius de praecipius generibus divinationum",
"
en la que trata de separar las santas profecías y
las predicciones naturales de las imposturas de los espiritus
malignos y el disfraz de las supersticiones"[66],
rechazó una parte de la adivinación grecorromana en
la que se reflejaba "la superstición hija de la ignorancia
de Dios y de la desconfianza"[67], la cleromancia,
la cual consistía en una adivinación por medio de
huesecillos, la piromancia, la capnomancia entre otros
derivados.

En cambio, Peucer se inclinaba "por la quiromancia, que
coloca dentro de la semiótica, parte de la medicina que
trata de los signos, que
como el pulso o los dolores, indican la disposición de los
cuerpos"[68] y por la astrología, él
encontraba bien las predicciones populares "es habitual entre los
labradores predecir que habrá tormentas de lluvia, si hay
arañas es presagio de peste, etc"[69]. Son
cientas las historias que Peucer, un humanista protestante,
relata en su obra, todas tendientes a desarrollar y fundamentar
la magia, los presagios y la aparición de seres poco
normales que con su presencia estremecen a la humanidad a
través de grandes prodigios. Fue tanta la acogida del
tratado de Peucer por parte del público que en 1565 el
Concilio de Milan comprometió a los Obispos a reprimir sin
piedad esa clase de delitos "que
castiguen severamente a los que consulten sobre lo que sea a los
adivinos, a los que digan la buenaventura y a toda clase de
brujos y magos o a lo que hayan aconsejado a otras personas que
los consulten o a los que crean en ellos"[70]. La
ley fue promulgada hasta el siglo XVII, aun asi no lograron
extirpar del todo las artes adivinatorias, pues cómo
hacerlo si muchos sacerdotes recurrían a la varita
adivinatoria, comentaban a Nostradamus tal como el Padre de
Milmonts, Jean Belot. La religión pide que basta con rezar
y ponerse en manos de la providencia, pero la oración no
garantiza de que quien lo hace sea escuchado al contrario de las
cartas que
sí aporta, además de la tranquilidad alguna
probabilidad a
su búsqueda, pues sólo se llegaría a la
eliminación de la magia cuando se eliminara la angustia,
pero ésta pervivirá en el hombre siempre que
éste tenga en frente de él el dolor y la
muerte.

La transición de las artes adivinatorias de la
época antigua a la Edad Media, no es necesariamente la
misma, aunque permanezcan ciertas prácticas, se eliminan
otras como: la aruspicina, adivinación por las
entrañas de un animal sacrificado y el augurio,
adivinación por el vuelo de un pájaro, pero surgen
otras, la cartomancia, la rabdomancia, la quiromancia y la
astrología que sin apartarse de Tolomeo
evoluciona.

Algunas de las formas más comunes de
adivinación que desde antiguo han estado y que en la Edad
Media incursionan fuertemente son:

2.1.1 La Pronosticación. "Es el arte de
predecir los acontecimientos por venir durante un periodo
limitado"[71], esta forma de predicción fue
en la antigüedad muy utilizada por las Sibilas, "las cuales
eran sacerdotisas que ante el constante cuestionamiento de los
individuos, éstas respondían con
oráculos"[72], hasta el 400 en Roma aun se
conservaba algunos extractos de los libros sibilinos, pero fueron
quemados debido a que no eran bien vistos por el emperador
Teodosio, además que el cristianismo tenía sus
propios profetas -Isaías, Jeremías, Ezequiel, etc.-
y no quería que fuesen comparados con los paganos. Los
teólogos cristianos distinguían claramente entre la
"predicción, la cual es facultad de predecir una serie
dada entre el día y la hora de su muerte y por
extensión un acontecimiento en concreto, una
invasión, la paz, la profecía; es la facultad de
predecir una serie de acontecimientos y la visión
espiritual, que es el cuadro alucinatorio de una acción
pasada o futura.

Durante la Edad Media y el Renacimiento
surgieron en Europa numerosos personajes que bajo el nombre de
profetas vislumbraban acontecimientos en el futuro, entre los
más destacados está Johann Lichtenberger, quien en
su obra "pronostication" de 1488 "expuso sus previsiones
sobre un periodo de ochenta y tres años, en el que
ocurrirán pestes, guerras, hambrunas y
mortandades"[73]. En el "liber miraculis"
obra de predicciones publicada en Paris en 1486, y en las que
aparecía el monje Florentino Savonarola, el cual quiso ver
una alusión a Lutero y la reforma, "El
Odeoporicon" de Gerard Brush, revelando la
profecía de Regiomontanus, obispo de Ratisbona y profesor
de astronomía, "según la cual el mundo
se acabaría en 1588, esto produjo mucho miedo en
Europa"[74]. Hubo otra cantidad bastante
interesante, pero quien marcó notablemente este periodo
fue Michel de Nostradame, llamado Nostradamus, nacido en 1503,
médico de la universidad de Montpellier, estudio
también astrología judiciaria. Cobró gran
importancia en el medio hasta tal punto que los reyes lo citaban
a sus palacios, elaboró un sinnúmero de
prediciciones hasta el año 2015, haciendo uso de varios
idiomas, un poco confusos, y aunque decía que debido a
ello se podrían dar diversas interpretaciones, el sentido
de su obra seguía siendo el
mismo[75]

2.1.2 La Astrología. La creencia de que
los astros influían en el destino de los hombres se
presentaba de manera contradictoria, sólo con Ptolomeo en
el siglo II d.C, trata de unificar. Por ejemplo en el
"Tetrabiblos" obra de su inspiración,
enseña a calcular la duración de la vida, las
cualidades del alma, los vicios y enfermedades del cuerpo,
midiendo los aspectos de los planetas, es
decir las distancias que los separan. Los primeros
astrólogos conocían tan sólo mil
veintidós estrellas fijas y siete planetas, entre los que
se contaba el sol y la luna,
además empezaron rápidamente a relacionar las
constelaciones con los días de la semana, los meses del
año o la
personalidad con determinados planetas; ejemplo la
agresividad o la sexualidad
están regidas por Marte y Venus. "El zodiaco, que es la
zona celeste que rodea la tierra y corta la línea
Ecuatorial en dos puntos equinocciales, fue divido en doce partes
iguales que recibieron los nombres de las doce constelaciones por
las que pasan constantemente los planetas: Aries, Acuario,
Géminis, etc"[76]. El oficio del
astrólogo consistía en establecer un
horóscopo(, el individuo trabaja con toda clase de
efemérides y tablas, el calendario Tebaico((, la tabla
cíclica de los años, permite saber cuál es
el planeta que rige cada uno. "En la Edad Media fueron los
médicos los que impusieron la astrología, sobre a
partir del siglo XIII, fueron estos quienes se atrevieron a
desafiar a la Iglesia las prohibiciones de la Iglesia, so
pretexto de conocer las propiedades de los astros igual que las
plantas"[77], en el Renacimiento,
Marsilio Ficino, sacerdote de la catedral de Florencia y Pico
Dela Mirándola combatieron en sus obras la práctica
de la astrología.

Ahora, los astrónomos también estaban
convencidos de ser auténticos astrólogos, tales
como Tycho Brahe y Kepler, éste último
aportó las tres leyes que llevan su mismo nombre, en las
que se corregía la descripción del movimiento de los planetas,
aunque fueron grandes los aportes de este astrónomo, aquel
que logró ubicarse entre los mejores durante el siglo XVII
fue Jean Baptiste, éste inventó un sistema de
cálculos de longitudes en el mar, muchos personajes lo
consultaban, incluso el cardenal Richelieu y Mazarino.

Hacia el siglo XVIII, con la aparición de los
enciclopedistas, la astrología empezó a declinar de
tal manera que pocas personas consultaban a quienes practicaban
dicho arte, un ejemplo del desdén con el que se
referían a la astrología está contenido en
al obra de Voltaire, "el
Diccionario Filosófico", en el que afirma que la
astrología es "una extravagancia universal que ha
infectado durante tanto tiempo el espíritu
humano"[78]. Sólo hasta el siglo XIX,
momento en el cual vuelve nuevamente la astrología a ser
una de las ciencias de mayor consulta, gracias al apoyo de Paul
Christian y otros astrónomos que consideraban que el
"astrólogo es ante todo astrónomo. Es imposible
separar estas dos calidades"[79], son innumerables
las dilucidaciones que se han presentado en torno al tema, al
punto de que hoy la astrología pervive asociada con la
astronomía y muchas personas hacen uso de este
arte.

2.1.3 La Geomancia. Es la adivinación por
la tierra(. En Occidente es gracias a Gerardo Cremona quien
tradujo hacia el 1160 un tratado árabe de geomancia, que
se tiene acceso a este arte, incluso fue elevada a
categoría de ciencia y convertida en tema de poesía
didáctica. Esta adivinación procede
de los árabes y éstos a la vez la obtuvieron de la
India y se constata en un manuscrito del siglo XVI que se
encuentra en la Biblioteque Nationale. La
práctica de la geomancia no ha variado durante muchos
siglos, ésta es tradicional por excelencia y se constata
en la obra de Christofe de Cattan del año 158l, a partir
de la cual surgen otro sinnúmero de copias, este autor le
da a la geomancia la altura que se merece y en su obra escribe
que "en la actualidad, la mejor manera de practicarla es con
tinta, pluma y papel. Pues el hacerlo con los dedos, con habas u
otros granos, a la manera de las cortesanas boloñesas
cuando quieren saber noticias de
sus amigos ausentes y como todavía se hace en toda
Italia, no me
gusta"[80]. Tras las consultas constantes se
realizó una lista acerca de las preguntas más
comunes "¿si el que inquiere vivirá mucho tiempo y
cuantos años? ¿si el estado del que inquiere va ser
mejor o peor? ¿Si un viaje será beneficioso y lo
hará sin peligro? ¿Si una medicina va a ser
útil para un enfermo o no? ¿ si celebrara una boda?
¿Si va a nacer una niña o un niño? Incluso
¿conocer los pensamientos de otro
individuo?"[81]. Hoy, la geomancia tiene gran
aceptación en toda Europa, sobre todo por el lado de los
matemáticos, los cuales propusieron llamarla
Duomancia.

2.1.4 La Fisiognómica. "Es el arte
de adivinar el carácter y el destino de un individuo
según los rasgos de su constitución
anatómica"[82]. Son lo médicos
quienes siempre han hecho uso de este arte, ya que
Hipócrates fue su inventor. Ahora según muchos
autores antiguos, entre ellos, Aristóteles sostenían que
existían cuatro reglas de este arte: "la conveniencia
aparente(, la analogía entre el hombre y el animal((, la
diferencia de los sexos((( y la influencia del clima(((("[83], Aristóteles
introdujo una quinta regla, la silogística, que
permitía razonar lógicamente, ya en la Edad Media
los filósofos que se ocuparon de la Fisiognómica,
tales como Alberto Magno y Roger Bacón no hicieron mayores
aportes. Sólo hasta 1586 cuando Gian Battista Della Porta,
a través de su obra "De Humane Physinomia" el
cual es considerado el primer tratado sintético de
Fisiognómica, Porta fue un personaje que desde niño
se consideró un genio, en su
adolescencia
abrió una academia en la que buscaba a los individuos
más astutos, la condición era que debía
haber hecho un descubrimiento en medicina o en física, la Iglesia a
través del Papa Pablo III le ordenó que cerrar
dicha institución, pero éste sólo hizo
transformarla, en la que dio origen a numerosas obras sobre
agricultura,
astrología y escrituras secretas basadas en óptica(((((.

Porta define a la Fisiognomía como "un
método que permite conocer cuales son las costumbres y el
natural de los hombres por los signos que tiene fijos y
permanentes en el cuerpo y por los accidentes que
cambian los signos"[84]. Éste autor asocia
constantemente la morfología
humana con la de los animales, tomando
el mismo pensamiento de Aristóteles, el cual afirma que el
hombre ideal debe parecerse al león a diferencia de
la mujer que se
asemeja más a la pantera((((((, fueron numerosas las
figuras que logro asociar. Ahora, los especialistas en
Fisiognómica fueron numerosos, pero en el siglo XVIII
surge el medico Marín Cureau de la Chambre, cuya obra
"L´art de Connoistre les hommes" publicada en
1659, de espíritu cartesiano, en la que hablaba "acerca de
un método que brinde la posibilidad de adivinar los
temperamentos por las señales
que dejan en el cuerpo"[85] también de la
perfección natural, que al no ser la misma en los hombres
y las mujeres, para uno es un defecto para el otro es una
cualidad, "del mimo modo que no es imperfección para un
liebre ser tímida, ni para un tigre ser cruel, puesto que
su naturaleza requiere estas cualidades, no se puede decir que la
timidez, la desconfianza, la inconstancia, etc.., sean defectos
de la mujer, por que
son naturales a su sexo y seria
defectuoso que careciese de ellas"[86].

Quien sí renovó bastante la
Fisiognómica es Caspar Lavater entre el 1741-1800, pastor
protestante, el objetivo es netamente religioso, desea dar la
posibilidad a las personas de escoger el buen camino por ello
afirma que esta "ciencia que juzga el interior por el
exterior"[87], " los dientes largos son indicio de
debilidad y timidez, una hendidura en medio del mentón
parece indicar inequívocamente un hombre juicioso, sereno
y resuelto etc"[88],muchas personas lo consultaron
con el fin de saber su destino acorde con su fisonomía. En
el siglo XX nuevamente se vuelve a retomar la
fisiognómica, pero esta vez algunos médicos
empezaron hacer uso de varias nomenclaturas( que en sí
trataban del mismo concepto.

2.1.5 La Quiromancia. Es la lectura
adivinatoria de la mano. Son muchos los matices que se han dado
en torno a este tema, tanto que un autor historiador afirma que
"la quiromancia o quiroscopia cuenta con no menos de
cuatrocientos treinta y tres sistemas diferentes, cada uno de los
cuales pretende ser el más autorizado"[89].
Durante la Edad Media muchos autores se dedicaron a escribir y a
la práctica de este arte, entre los más destacados
Bartolomeo Cocles, con su obra "Chyromantiae Principiis"
Andrea Corvo con su "Tratta de la Chiromanti" pero la
que mas se destaca es "Chyromantia" de Patricio Tricasso
y "Chiromancia" del Padre cartujo Jean de Hayn. Los
primeros especialistas de la quiromancia la denominaban como "una
ciencia dedicada al conocimiento de las rayas y lineamientos
trazados en nuestras manos"[90], aducían
que cada una de las siete partes de la mano estaba regida por
alguno de los siete planetas( y que las uñas
también cumplían un papel de gran importancia.
Posteriormente la Quiromancia se convierte en un arte medicinal
fundamentándose en la teoría de Galeno y Avicena,
pues a través de la lectura de la mano se pretendía
advertir sobre la presencia de ciertas enfermedades.

A partir del siglo XIX empieza a tomar un nuevo rumbo la
Quiromancia, con el nacimiento de la quirosofia, la cual buscaba
responder a la pregunta ¿porque hay líneas en la
mano?, ante la cual Papus, el primero en hablar de quirosofia,
dijo que "la mano es el rostro del cuerpo
astral"[91]. La quiromancia tomo la
categoría de ciencia natural, sobre todo a partir del
segundo congreso de las ciencias físicas, quedo
subordinada a la psicología y se empezó a denominar
quilología. A partir de allí los nuevos quilologos
trataron de apartarse de los fundamentos quirománticos,
pero en la práctica siguieron atados aunque surgieron
nuevas tendencias entre las que se distingue: la quiroscopia*(,
la quirografía((( y la eidoquiroscopia((((.

2.1.6 La Metoposcopia. "Es el arte de
predecir el futuro de un hombre según la inspección
de las líneas de su frente"[92]. Desde la
antigüedad se ha tenido conocimiento de este arte, de hecho
Aristóteles hizo uso de ella, pero no fue sino hasta el
renacimiento cuando se empezó a hablar profundamente de la
Metoposcopia. Cardan es uno de los mayores exponentes,
éste afirma que "se consideran las líneas de la
frente, en general o en particular. Por líneas no se
entiende solo las incisuras trazadas a lo largo, sino
también todas clase de marcas y
caracteres diferentes como cruces, pequeños
círculos, montículos, rodalitos moteados,
estrellitas, cuadrados, triángulos, líneas capilares y otras
de parecida naturaleza", este autor asocia las siete
líneas que están de abajo a arriba en la frente con
los siete planetas y el resto de símbolos son efectos de posibles
siniestros.

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